Internacionales — 10.11.2025 —
Lula inauguró la COP30 con un fuerte llamado contra los negacionistas del cambio climático
El presidente de Brasil abrió la cumbre climática de la ONU con un discurso enérgico contra el negacionismo y reclamó avanzar con mayor velocidad en la lucha contra el calentamiento global.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, inauguró este lunes la COP30, trigésima cumbre climática de la ONU, con un fuerte llamado a enfrentar el negacionismo ambiental y a reforzar los compromisos internacionales frente al calentamiento global. El encuentro se desarrolla en la ciudad de Belém y tiene como objetivo reimpulsar los esfuerzos globales en un contexto marcado por conflictos internacionales y ausencias clave, como la de Estados Unidos.
"Es el momento de imponer una nueva derrota a los negacionistas", afirmó Lula durante la apertura de la sesión plenaria. En su discurso, el mandatario criticó duramente a quienes "rechazan la ciencia, atacan a las instituciones y difunden el miedo". Señaló que los grupos oscurantistas "controlan algoritmos, siembran odio y rechazan los avances del multilateralismo".
Lula también defendió el Acuerdo de París, que cumple diez años, y recordó que fue abandonado por Estados Unidos tras el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. "Es mucho más barato luchar contra el clima que hacer la guerra", afirmó, en referencia a los conflictos actuales como el de Ucrania.
El presidente brasileño destacó que, si bien el mundo avanza en la dirección correcta, "lo hace a la velocidad equivocada". Y advirtió que, de continuar con el ritmo actual, se superará el umbral de 1,5 °C de aumento de la temperatura global, lo que representa un riesgo crítico para el planeta.
En ese marco, Lula llamó a la comunidad internacional a actuar sobre tres frentes principales: cumplir los compromisos ya asumidos y establecer nuevas metas climáticas más ambiciosas; acelerar la acción climática global mediante un plan concreto para superar la dependencia de los combustibles fósiles; y colocar a las personas en el centro de la agenda climática, priorizando el bienestar humano como eje de las políticas ambientales.
La ausencia de Estados Unidos en la cumbre representa una señal política de alto impacto, dado que se trata del segundo mayor emisor mundial de gases de efecto invernadero. La COP30 se celebra en un escenario global complejo, en el que los líderes buscan evitar un retroceso en los avances alcanzados en materia ambiental.







