Internacionales — 29.06.2025 —
Miles de brasileños salieron a la calle para respaldar al expresidente Jair Bolsonaro: “Amnistía ya”
El expresidente está siendo juzgado por una presunta trama golpista y corre el riesgo de ser condenado a 40 años de cárcel.
Fuente: TN
Miles de manifestantes vestidos de amarillo y verde, los colores de la bandera de Brasil, salieron a la calle este domingo en San Pablo convocados en nombre de “la justicia” por el expresidente Jair Bolsonaro.
“Brasil nos necesita a todos. Es por la libertad, por la justicia”, dijo en X los últimos días el exmandatario, que corre el riesgo de ser condenado a 40 años de prisión por presunto intento de golpe de Estado.
La movilización se celebró en la avenida Paulista, la emblemática arteria de la mayor ciudad de América Latina. Varios manifestantes portaban un enorme cartel con la leyenda “amnistía ya”.
Qué dijo Jair Bolsonaro
En el acto, el líder de la ultraderecha brasileña negó que hubiese planeado un golpe y defendió una amnistía para los condenados por los actos golpistas del 8 de enero de 2023, cuando miles de sus seguidores asaltaron las sedes de la Presidencia, el Congreso y el Supremo.
“Si fuese un intento de golpe, ustedes no estarían aquí. Lo que queremos es justicia, pacificación y el bien de nuestro país”, afirmó el capitán de la reserva del Ejército al aclarar que tal “pacificación” pasa por una amnistía.
Bolsonaro afirmó que los ataques vandálicos del 8 de enero fueron “organizados por la izquierda” y que el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva escondió las imágenes de cientos de cámaras que registraron lo ocurrido.
“No incautaron ningún arma ese día. ¿Qué intentona es esa sin armas, con ancianos, mujeres y madres cargando banderas y biblias? Un golpe se da con las Fuerzas Armadas y con armas”, dijo el exmandatario en su discurso en la Avenida Paulista, la principal vía de la mayor ciudad brasileña, ante unos 12.400 seguidores, según una herramienta de medición de la Universidad de São Paulo (USP).
Según Bolsonaro, la amnistía es una medida prevista en la Constitución y que puede ser aprobada por el Congreso como “camino de pacificación”, pero que espera que reciba respaldo del Ejecutivo y del Poder Judicial.
Sobre sus planes políticos y sin mencionar que no puede disputar las presidenciales de 2026, afirmó que trabajará para que los partidos de la ultraderecha consigan mayorías en la Cámara de Diputados y en el Senado. “Si en las elecciones me dan 50 % de la Cámara y del Senado puedo cambiar el destino de Brasil sin necesidad de ser presidente. Con esa mayoría, quien lidere el Congreso mandará más que el presidente de la República”, aseguró al dar a entender que una mayoría del Legislativo puede aprobar la amnistía, destituir jueces del Supremo y frenar los proyectos de cualquier Gobierno.
De qué está acusado Jair Bolsonaro
La manifestación cierra un mes particularmente agitado para Bolsonaro en el ámbito judicial. En una fase clave en su proceso en el Tribunal Supremo de Justicia, el expresidente negó cualquier intención golpista durante el esperado cara a cara con el juez Alexandre de Moraes, el poderoso magistrado al que Bolsonaro había tachado de “canalla”.
El exjefe de Estado, de 70 años, está acusado de ser el “líder de una organización criminal” que conspiró para mantenerlo en el poder tras perder las elecciones presidenciales de octubre de 2022 ante el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Según la Fiscalía, el supuesto plan golpista, que preveía incluso asesinar a Lula y a otras autoridades, no se concretó por falta de apoyo del alto mando militar.
Inelegible hasta 2030 por cuestionar sin pruebas el sistema electoral, Bolsonaro arriesga una condena de hasta 40 años de prisión por los cargos de tentativa de golpe de Estado y organización criminal, entre otros. Pero afirma ser víctima de una “persecución política” destinada a impedirle postularse a las presidenciales el próximo año.
A mediados de junio, el cerco judicial se estrechó aún más en contra de Bolsonaro cuando la policía federal recomendó inculpar a uno de los hijos del expresidente, Carlos, sospechoso de haber participado en una supuesta red de espionaje ilegal durante el gobierno de su padre.
Según los investigadores, el expresidente era el “principal destinatario” de la información obtenida, además de estar “en el centro de las decisiones” relacionadas con la elección de las personalidades espiadas por una “estructura paralela” dentro de la agencia brasileña de inteligencia (Abin).
Varias manifestaciones se organizaron desde el inicio de los problemas judiciales de Bolsonaro, pero la asistencia parece haberse reducido en los últimos meses, incluso este domingo.
Según cálculos de la Universidad de San Pablo, unas 45.000 personas participaron en la última marcha en la avenida Paulista en abril, casi cuatro veces menos que en febrero (185.000).