Internacionales — 05.11.2025 —
Perpetua para un enfermero alemán por matar a diez pacientes
La Justicia alemana condenó a cadena perpetua a un enfermero que administró inyecciones letales a pacientes en estado terminal. El tribunal determinó que actuaba para evitar tareas durante sus turnos nocturnos.
La Audiencia Provincial de Aquisgrán, en el oeste de Alemania, condenó este miércoles a cadena perpetua al enfermero Ulrich S., acusado de haber matado a diez pacientes mediante la aplicación de inyecciones letales en un centro de cuidados paliativos. El veredicto se dictó tras un juicio iniciado en marzo pasado, en el que la fiscalía lo acusó de nueve asesinatos y 34 intentos de asesinato.
El fallo del tribunal estableció que el enfermero, de 44 años, administraba a los pacientes barbitúricos combinados con analgésicos, lo que provocó su muerte. La motivación, según la sentencia, era "inmovilizar a quienes necesitaban cuidados para tener la menor cantidad de trabajo posible durante sus turnos nocturnos".
El acusado se habría comportado como "dueño de la vida y la muerte", según los fiscales, y se lo describió como una persona que trabajaba sin motivación ni empatía. Las muertes ocurrieron entre diciembre de 2023 y mayo de 2024 en una clínica de la localidad de Würselen, cerca de Aquisgrán.
El caso comenzó a ser investigado a mediados de 2024, cuando se detectó un aumento inusual de fallecimientos coincidiendo con los turnos del enfermero. A partir de allí se abrió una causa penal que fue ampliando el número de víctimas a medida que se recolectaban pruebas y testimonios. Entre ellos, el de dos familiares que declararon haber visto a Ulrich S. inyectando a pacientes dormidos sin indicación médica aparente.
La defensa pidió la absolución, alegando que no existían pruebas concluyentes. El propio acusado declaró que su intención era "hacer algo bueno por los pacientes". Sin embargo, el tribunal consideró probada su responsabilidad penal en diez asesinatos y 27 intentos de asesinato.
A pedido de la fiscalía, el tribunal también resolvió que Ulrich S. no podrá solicitar la libertad condicional tras 15 años de prisión, como suele permitir el sistema penal alemán, debido a la gravedad de los hechos.
El caso ha reavivado la conmoción en Alemania, donde en los últimos años se han registrado otros crímenes similares cometidos por trabajadores del sistema de salud, conocidos como "ángeles de la muerte". El más resonante ocurrió en 2019, cuando otro enfermero fue condenado por matar a 85 pacientes.
La sentencia aún no está firme y puede ser apelada. Mientras tanto, Ulrich S. sigue siendo investigado por nuevos casos sospechosos, por los que podría enfrentar un nuevo juicio penal en los próximos meses.







