Policiales — 27.10.2025 —
Condenaron a 23 años de prisión a los asesinos de Gastón Copes
El tribunal resolvió por unanimidad condenar a Agustín Coria y Mariano Caridad por el crimen cometido en octubre de 2022 en nuestra ciudad. La sentencia coincide con el pedido formulado por la Fiscalía durante el juicio.
Este lunes, el tribunal compuesto por los jueces Susana Luna (presidenta), Pablo Busaniche y Pablo Ruiz Steiger dictó una sentencia unánime en el juicio por el homicidio de Gastón Nazareno Copes, cometido en octubre de 2022 en inmediaciones de Las Cinco Esquinas, en nuestra ciudad. Los acusados, Agustín Nicolás Coria (25) y Alberto Mariano Caridad (24), fueron condenados a 23 años de prisión cada uno como coautores del delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego.
La decisión judicial coincidió con el pedido de la Fiscalía, que durante sus alegatos había solicitado esa misma pena. El fiscal Estanislao Giavedoni, representante del Ministerio Público de la Acusación (MPA), destacó la importancia del fallo: “Estamos conformes con la decisión de los magistrados, no solo por la unanimidad del voto, sino porque el monto de la pena es el mismo que solicitamos. Viene a hacer justicia ante un delito muy grave que quedó registrado en múltiples cámaras de seguridad”.
Un crimen planificado y brutal
El hecho ocurrió en la madrugada del domingo 23 de octubre de 2022, cuando Copes fue emboscado y atacado a balazos por los dos condenados en la intersección de avenida 7 de Marzo y calle 25 de Mayo, en un punto neurálgico de la ciudad. Según la investigación, los agresores lo siguieron desde un boliche de Esperanza, donde se habría iniciado un conflicto previo.
Tras una persecución, Coria y Caridad llegaron al lugar a bordo de un Chevrolet Cruze gris, detuvieron el vehículo detrás del auto de la víctima y descendieron con armas de fuego. Copes intentó escapar, pero tropezó y cayó, momento en el que ambos imputados le dispararon en reiteradas oportunidades. Herido de gravedad, fue trasladado al hospital José María Cullen, donde falleció el 5 de noviembre, tras dos semanas de agonía.
Pruebas determinantes
Durante el juicio, que comenzó la semana pasada y se centró exclusivamente en la determinación de la pena, se presentaron videos del ataque captados por cámaras del 911 y de un comercio, que mostraron con claridad el accionar de los agresores. También fueron claves las escuchas telefónicas incorporadas a la causa, entre ellas una conversación registrada minutos después del hecho, donde uno de los acusados reconocía con crudeza lo ocurrido: “Dio palo el wacho, le re cabió”.
Otra prueba contundente fue la pericia balística, que permitió confirmar que los proyectiles que impactaron en la víctima provenían de dos armas diferentes, lo que reforzó la tesis de la coautoría. Además, se escucharon testimonios de dos amigos de la víctima y su pareja, quienes aportaron detalles sobre las amenazas previas y el vínculo con los acusados.
El desarrollo del juicio
El juicio oral se realizó en los tribunales de la ciudad de Santa Fe, y desde un inicio las partes acordaron la existencia del hecho y la participación de los acusados. La defensa se centró en intentar obtener una pena menor, planteando supuestas atenuantes, pero el tribunal consideró que los agravantes eran determinantes.
La querella, que representa a la madre y al hermano de la víctima, había solicitado 25 años de prisión, mientras que el MPA pidió 23. Finalmente, los jueces resolvieron imponer la pena requerida por la Fiscalía.
Reconocimiento al trabajo investigativo
El fiscal Giavedoni destacó especialmente la labor del personal de Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI), quienes analizaron cámaras de seguridad, realizaron el relevamiento de pruebas balísticas y lograron secuestrar el vehículo utilizado en el ataque. También valoró el desempeño de los peritos forenses y de la policía local, que actuó desde el primer momento con rapidez y eficacia.
Con esta condena, se cierra uno de los casos más graves de los últimos años en nuestra ciudad, que generó un fuerte impacto por la frialdad del ataque, la planificación previa y la violencia ejercida en una zona céntrica y concurrida.







